Bomb Man sería el siguiente en caer.
El arma de Cutman era interesante, pero a veces se quedaba corta en alcance -¡Já! igual hará sufrir a ese payaso de Bombman, ya verá-. Estaba agigantadísimo con mi nueva arma. Cuando llegué donde Bombman él puso orden. Nuevamente me dio una paliza inolvidable. ¡La condenada tijera literalmente le hizo cosquillas! Yo me sentía casi estafado!! Basta decir que le bajaba más con mi cañón normal que con ese adefesio que hacía tan horrible sonido al salir de mi brazo.
-¡Ah, no! Ya tuve suficiente de ti, Bombman. Me
tienes hinchado. Te voy a derrotar a como dé lugar-. Su ataque era interesante. Lanzaba
bombas desde un solo lugar obligándome a que me acerque a él. Demasiado cerca y saltaba
al otro extremo del cuarto dejando una bomba ( como si una gallina pusiera un huevo) Boom!
Blum! Kaboom! Y cuando se enfadaba se aprovechaba que podía bajarme energía sólo por
contacto saltando de un lado a otro sobre mi cabeza haciéndome errar e impactándome con
él ( en realidad es uno el que se estrella con Bombman, ya que él hasta parece que
quiere evitarte!). Le disparé y disparé como un loco. Repetía una y otra vez. El me
vencía con la mitad de energía. Luego con un cuarto. Un hilito. Definitivamente ya no me
podía atacar con tanta sorpresa. ¡¡Estaba cediendo el maldito!! Después de mucho
esfuerzo logré vencerlo. Sí! Lo hice! Vencí a ese gil! De nuevo sólo con mi arma
normal. Uf! Estaba agotado!
Imagino que después entré a otros niveles y probé el arma de Bombman la cual en términos generales es poco práctica. No me ayudó ni en la escena de Gutsman (aún) , ni en la de Iceman, o sea, las que ni siquiera había podido llegar al duro! Pero aún seguía interesadísimo en el juego. Y la satisfacción de vencer a esos dos cretinos era muy grande. ¡Quería más! Así que ...
